Boolino quiere ser el web de referencia del libro infantil y juvenil, con el objetivo de ayudar a los padres a encontrar buenas recomendaciones de lecturas por sus hijos. Sven Huber, “alemán de pasaporte y europeo de corazón” que vive en Barcelona desde 1999 es co-fundador y CEO de esta empresa (@boolino), un proyecto cultural y educativo que quiere fomentar la lectura entre los más pequeños de la casa. Según este padre orgulloso, “la lectura y la comprensión son la base de todo aprendizaje, hoy más que nunca”.
Tener acceso a buenos libros (adecuados en cuanto a la dificultad de lectura, idioma, interés) es complicado “porque la información no está concentrada”, Boolino quiere ser el punto de encuentro de toda esta información. Cada vez hay menos librerías tradicionales con un librero con criterio que puede hacer recomendaciones, esta especie está desapareciendo, lamenta Huber, y en los Carrefour, Fnac, Casa del Libro “no hay buenos asesores”. Según el emprendedor, en cuanto al fomento de la lectura “los padres están perdidos”.
Más y mejor información
El proyecto nació hace tres años como un blog, inicialmente era una plataforma de contenidos, pero ha ido evolucionando. Ahora Boolino es una base de datos con más de 80.000 referencias, una plataforma que monitoritza blogs sobre libros infantiles con los cuales colabora, ofrece reseñas de libros con contenido enriquecido, una plataforma de busca con un algoritmo que recomienda contenidos, una red social, ofrece herramientas para fomentar la lectura a los más pequeños y ha acontecido una iniciativa de gran interés por las editoriales.
A la base de datos de Boolino no distinguen entre libros digitales o papel, y un golpe catalogados enriquecen la información sobre estos libros con reseñas propias o de colaboraciones con blogs, entrevistas con autores o ilustradores, vídeos, etc. Todo con el objetivo de facilitar la busca por los padres.
Pasión por la lectura, opción de negocio
Huber y su socio habían trabajado juntos en el Grupo Bertelsmann, una empresa de mediados de comunicación multinacional en Alemania. Ambos se dedicaban al sector editorial abriendo librerías como por ejemplo la Librería Bertran de la Rambla de Cataluña. Cuánto el Grupo va desinvertir en el sector para venderlo en Planeta, Huber decidió montar su propio proyecto.
La idea de crear Boolino apar
eció debido a varios factores: por un lado el crecimiento y el atractivo del sector, en que » habrá muchas oportunidades gracias a la digitalización», afirma Huber. De la otra, según explica este amante de la lectura, su afición al libro infantil y juvenil cuando era más joven también es un motivo de peso para iniciar la aventura empresarial. Además, la voluntad de transmitir este valor a sus hijos de 5 y 6 años también lo motivó a poner en marcha el proyecto.
“El hábito lector es básico en el proceso de aprendizaje de las criaturas y España es un país poco lector”, dice Huber. La voluntad de fomento de la lectura fue el motivo final para apostar por Boolino y precisamente es el significado del nombre de la empresa. La palabra Boolino nace de conjugar “boo-“ se la raíz (lexema) de “libro” (book en inglés, Buch en alemán, boek en holandés o bog en danés) y “-lino”, que es un sufijo diminutiu. Juntando las dos partes, Boolino simboliza de forma precisa el objetivo del web: acercar los libros a los más pequeños.
Un hábito que se aprende
Para hacer que los niños lean, a Boolino creen que el amor por los libros se tiene que fomentar desde casa y dan herramientas porque los padres puedan lograr este objetivo. Al blog de Boolino hablan de libros y novedades; y el buscador del web recomienda libros basándose en las buscas e intereses que han gustado a los lectores: “Tener millones de libros indexados no interesa, el que es interesante es que me recomiendes tres libros que gusten a mi hijo”, dice Huber.
Además del buscador, un grupo de expertos colaboradores también recomiendan libros y la empresa ofrece las Boolino Book Box. Este producto consiste en tres libros que incorporan todo de actividades relacionadas con las historias que se explican para iniciar y acompañar los niños desde los 18 y hasta los 8 años en el hábito lector de una manera más natural, disfrutando desde una edad bastante temprana. “Cuando los niños se inician en la lectura normalmente es en un entorno escolar y de manera obligada, como si fueran deberes», dice el alemán, y añade que «de este modo se inculca el hábito como si se aprendiera a tocar el piano». Cada mes los expertos recomiendan un libro por tu hijo sobre un tema además de incluir una guía por los padres para poner en contexto cada caja, explica Huber.
Boolino también ha despertado el interés de las editoriales, que han encontrado en la base de datos y la gran cantidad de información sobre tendencias de ventas e intereses de los lectores una gran oportunidad para acercarse a sus clientes. Boolino ofrece a estas editoriales la oportunidad de tener una sección dentro de su web y dar visibilidad a sus sellos.
Consolidación e internacionalización
A la empresa hoy en día trabajan unas 15 personas, cuentan con 70.000 usuarios registrados y una facturación de casi 200.000 euros el año pasado. En estos tres años de vida han sido instalados y asesorados en Barcelona Activa y la próxima intención que tiene Huber es desembarcar en Alemania, Inglaterra y Francia, “donde el hábito de la lectura está mucho más extendido”.
Las cosas afuera serán más fáciles por Boolino, según cree Huber: “España es un mal país por nuestro modelo de negocio, socialmente sí que hay oportunidades, pero los índices de lectura y las ventas de libros online son muy pequeñas comparadas con el mundo anglosajón, si las cosas han sido difíciles aquí y nos hemos salido, tenemos muchas esperanzas en los mercados internacionales”.