Para algunos el origen de los remedios herbolarios es una incógnita y un enigma bastante difuso. La verdad es que la herbolaria o fitoterapia es una disciplina que nos ha acompañado prácticamente a lo largo de nuestra historia pues nuestros antepasados se dedicaron a buscar soluciones para las distintas dolencias de la salud y el único recurso que tenían a su alcance era la naturaleza.
Los remedios de fitoterapia se fueron configurando así, mediante el descubrimiento y uso de especies de origen vegetal para comprobar sus efectos en nuestro organismo. A medida que fueron pasando los años se fue recopilando nuevos datos y hallazgos lo que permitió una configuración de esta ciencia.
Con el paso del tiempo se estabilizó de forma contundente la herbolaria como ciencia de la salud, como medicina para poder tratar distintas dolencias de nuestro cuerpo, como por ejemplo el reishi. Este hongo de origen asiático posee múltiples propiedades para tratar todo tipo de dolencias de nuestro organismo del sistema inmunológico, nervioso o circulatorio.
Es indudable la eficiencia y la eficacia de los distintos remedios de herbolaria y es por ello que en pleno siglo XXI siguen al pie del cañón a pesar de haber una potente competencia como la industria farmacéutica. La estabilidad y fortaleza de la herbolaria sigue con tanta contundencia debido a dos claros factores: en primer lugar, la evidente eficacia de las distintas soluciones medicinales de esta disciplina y; en segundo lugar, la manipulación de la industria farmacéutica con sus distintos productos –efectos secundarios, falta de efectividad…-.
El resurgimiento de la herbolaria es muy destacado en la actualidad puesto que muchos científicos y profesionales de la salud están poniendo de relieve la magnificencia de las especies vegetales para combatir trastornos y enfermedades de gran calibre. Debemos señalar que la industria farmacéutica nace y crece cimentada en una gran base sólida que es la herbolaria. Las raíces de la herbolaria son indudables en una industria generalmente conocida como química que, en una gran mayoría de ocasiones, emplea ingredientes naturales para lograr sus formulaciones medicinales.
La sombra de la herbolaria es, por tanto, muy alargada a pesar de la potencialidad de la industria farmacéutica como por ejemplo con la inseminación artificial. En estos últimos años estamos vislumbrando un auge bastante notable por la herbolaria como (re)medio para combatir distintas dolencias. Esto ocurre debido a la concienciación de los males que conlleva el (ab)uso de los fármacos.
Para lograr el avance en descubrimientos y soluciones medicinales se debe tener en cuenta la vertiente de la herbolaria puesto que es indudable que en los recursos naturales podemos encontrar la solución a los distintos enigmas que envuelven el cuerpo humano y las distintas patologías que suceden en él. Debemos apostar por las ciencias naturales puesto que las químicas constituyen una bomba de relojería para nuestro cuerpo que pueden causar estragos a corto o largo plazo.
La herbolaria es, por tanto, una disciplina tradicional e innovadora puesto que aún tiene muchos que hacer y que decir. La naturaleza es un recurso de gran valor que no debemos despreciar.