El equipamiento como Pizarras Electrónicas que ya se empiezan a experimentar en los centros de enseñanza constituye un elemento de innovación didáctica importante. El grado de implantación y su uso significativo en las diferentes actividades didácticas y pedagógicas de distintas escuelas dependen de varios factores. La experiencia previa con las aulas de informática tiene que suministrar pautas prudentes de análisis de las virtudes de este tipo de equipamientos sobre todo en las fases de transición a la utilización de estos recursos de forma que nos garantice que este equipamiento se integre de manera «natural» en nuestra práctica didáctica. En el que sigue no analizaremos las virtudes innegables de este equipamiento sino más bien los aspectos de su implantación en nuestra realidad escolar.
Las pizarra y el perfil previo del profesor.
Me parece muy interesante «justificar» el uso de la Pizarras o pizarras electronicas y su implantación extensiva como elemento decisivo de generador de cambio. A pesar de esto, la experiencia en nuestro centro indica que los ritmos y la misma posibilidad de cambio, es decir, la incorporación de este elemento a la práctica didáctica son muy dependientes de los perfiles previos de los profesores.
Hay que tener en cuenta que los profesores están muy habituados al libro de texto como elemento que contiene todo aquello que necesitan. Desde esta constatación podemos distinguir básicamente dos perfiles ciertamente extremos: el profesor que ya actualmente es capaz de ultrapasar el libro de texto e incorpora a su actividad elementos de información extra-libro : recortes de diario, grabaciones en vídeo de programas de interés, etc. y aquel que cree que con el libro ya tiene de sobra.
Hemos comprobado que el primer perfil de profesor es el que ahora utiliza la pizarra de manera «creativa» : busca material en Internet, prepara material tipo multimedia «blando» (documentos word con imágenes a color, power-*points … ) y explota materiales específicos como genéricos (CD’s). Para este tipo de profesor, ha sido una transición normal, sólo supone un cambio de entorno, no de forma de concebir la materia. El segundo perfil es absolutamente reacio al uso de este recurso y la justificación es, básicamente, que no los necesita puesto que con el libro es suficiente, la pizarra electrónica no le aporta ninguna mejora y además no tiene, afirma, contenidos preparados para trabajarlos. Entre los dos perfiles existe una gradación que presenta unos puntos en común: no generan material propio ni hacen esfuerzos significativos de exploración de recursos, a Internet por ejemplo, y sólo utilizan las pizarras cuando por las más varias vías se han enterado de la existencia de material (web, Cd-rom, etc) que se ajusta muy bien por forma y contenidos a su propia dinámica.
Los contenidos, un factor también determinante.
En realidad, pues, los elementos fundamentales de cambio son los contenidos diseñados en formato electrónico que supongan mejoras sustanciales (a ojos del profesor) respete lo formado libro. Porque el handicap intimidatorio que tiene el aula de informática como único espacio para trabajar contenidos multimedia, no lo tiene una aula con PE. La PE es menos intimidando para el profesor : el entorno es más controlado (el alumno, en principio, no manipula el ordenador y no «puede» poner el profesor en situación de tener que resolver problemas técnicos que no domina) y menos *dispersiu (es más magistral : donde el profesor se siendo seguro puesto que visualmente controla mejor los alumnos y estos sólo pueden prestar atención a una dirección determinada del aula : pizarra/pantalla). Estos aspectos favorecen la transición en profesores moderadamente escépticos fundamentalmente cuando ven que la pizarra los permite trabajar un recurso electrónico concreto (un CD-ROM, un PowerPoint, una página web) que los puede ser útil y pueden explotarlo de una manera cómoda. Es decir la existencia de buenos contenidos y la comodidad de uso y de gestión de una aula con pizarra electrónica, conjuntamente los elemento desencadenantes de cambio.
Hemos observado, en cuanto a los materiales que, en el momento en que un profesor dispone de un material (un conjunto de páginas web, por ejemplo) muy diseñado y adaptado o fácilmente adaptable al currículum, sin que implique que el profesor tenga que perderse por Internet buscando demasiado, lo utiliza rápidamente y no se plantea problemas técnicos o de adaptación al aula con pizarra electrónica. La existencia de materiales elaborados como el que cuelgan algunas editoriales a Internet o iniciativas como la Xtec o el DiM tienen que tener una potencia generadora de cambio enorme.
La red de la Escuela : poco considerada
El discurso sobre la pizarra electrónica se centra casi exclusivamente en la interacción con Internet y no tanto con la intranet, verdadera diposit dinámico de la escuela : trabajos de alumnos en formato *word, pero con colores (arte, …), PowerPoints para exponer trabajos de materia, de investigación. La red de la escuela puede favorecer la transición a todo el que implica la explotación del recurso de pizarras puesto que :
Se puede trabajar sobre material «estable», creado por el profesor. Una página de Internet cambia y, quizás al momento de hacer la sesión con los alumnos no está disponible o ha cambiado totalmente respecto a la forma prevista por el profesor esto genera inseguridad y frustración sobre todo al profesor novel en este tipo de escenarios didácticos. Por lo tanto el material elaborado por el profesor, no necesariamente páginas web, puede ser explotado directamente y este material es estable (dura de un curso al otro) y es controlado (lo ha creado el profesor a la «suya» medida cosa que le mujer seguridad a la hora de trabajar).
Favorece el uso por parte de los alumnos de la pizarra electrónica y generan sinergias positivas hacia el profesor. Tenemos experiencias en que los alumnos hacen pequeños trabajos de asignatura en formato *PowerPoint, que han creado en el aula de informática y los depositan en carpetas nominales que hay en la red de la Escuela, el día determinado hacen la exposición del trabajo al aula con PE directamente desde la red. Como ejemplo positivo de sinergia, a nuestra Escuela fue un alumno quien, al exponer un trabajo en *PowerPoint lo introdujo como herramienta habitual entre los profesores del centro. Es innegable además el factor motivacional que para los alumnos el poder utilizar ellos mismos este recurso.
Se trabaja sobre material más «fácil» de elaborar : si se focaliza el discurso de la PE sobre Internet se mujer a entender que el material que necesita crear el profesor tiene que ser en formato web con todas las exigencias formales que esto compuerta. En esta situación no es extraña que una de las deficiencias de un sector del profesorado sea : quién y cómo elabora este material ? y además se plantean dudas sobre cuál es el nivel de competencias «exigible» a un profesor. Ahora bien, si entendemos que a través del tándem Pizarras + intranet podemos explotar material en un formato más modesto como el MSword por ejemplo, la utilización del cual está más *extesa, facilitaremos mejor la transición a la Pizarras electrónicas : muy material que ahora va del ordenador del profesor a la fotocopiadora y al alumno podría pasar directamente del ordenador del profesor al alumno vía PE y de aquí en la web hay un paso …