Por fin ha llegado el buen tiempo! Es tiempo de hacer escapadas en la playa. Tiempo de diversión y también de aprendizaje. Recordáis a vuestros hijos que tienen que ser respetuosos con el entorno y con las personas que los rodean. Nada de correr entre las toallas y de tirar cualquier objeto a la arena o al mar. Recordáis que los pequeños gestos pueden ayudar a preservar mejor nuestro entorno.
En la playa también se pueden mantener actitudes ecológicas. Algunos ejemplos:
Si tenéis que comer y beber, usáis elementos reutilizables. Todos los elementos que os lleváis lo pueden ser: cubiertos, platos, vasos,.. Podéis llevar la bebida en un termo, para evitar botellas y latas que después ensucian el medio ambiente. Evitar las bolsas de plástico, que podrían acabar al mar. Recordad que pueden causar la muerte de pescados, tortugas y otras especies. Y los pañales, que contaminan mucho, hace falta que os los llevéis y los tiréis al contenedor adecuado.
Si traéis juguetes porque los niños pasen el rato, podéis buscar moldes, cubos y palas libres de toxinas. Y si se rompe alguna pieza, pensad a tirarla al contenedor correspondiente. Y si jugáis a recoger conchas, es un buen momento para enseñar a los más pequeños la riqueza de la biodiversisdad y la necesidad de preservarla. Recordáis que hay especies de conchas que sirven de casa a otras especies y hay que respetarlas, como las almejas y los tornillos o las estrellas de mar.
La playa es un espacio único para hacer descubrimientos con las criaturas que (no lo olvidéis!) tienen que ir debidamente protegidas del sol con cremas de protección, sombrero y camiseta. Y al acabar la jornada, un paso por la ducha para enjuagar sal y arena, pero nunca usando jabón puesto que va directamente a la arena y al agua.